Gloria ecuatoriana [Folleto].

Abstract

Gabriel García Moren, el más ilustre presidente de la República del Ecuador, en América, por mano impía traidoramente asesinado el 6 de agosto de 1875. Cuya virtud el mérito de su gloriosa muerte han admirado y honrado, así como sentido y deplorado la atrocidad de su inhumano fin, todos los buenos. Dígase ahora. ¿Cuándo tuvo la América latina un ciudadano que alcanzase gloria tan alta y pura? ¿Cuándo tendrá otro igual la República ecuatoriana? “La Providencia no da en un siglo dos Garcías Morenos á un pueblo como el Ecuador”, ha dicho uno de nuestros prohombres, el de mayor peso tal vez entre cuantos conocemos. Y ha dicho lo cierto: Un monumento erigido en la Ciudad eterna, por disposición del insigne Pontífice reinante!: quién no le querría para su memoria? Y García Moreno, hijo de Guayaquil, ciudadano del Ecuador, le tiene como homenage rendido á sus singulares merecimientos. Gloríate, noble ciudad, cuna del ciudadano perilustre!: gloríate, pues le tuviste por hijo!: su fama es tu fama; la honra que le tributes enaltecerá tu nombre; el respeto y estimación que le conserves serán brillante blasón y limpia ejecutoria de tu nobleza! Ecuador, nación modesta, pueblo católico!, pues en tu seno nació y le tuviste por magistrado, presea tuya es, corona labrada para tu frente: gloríate, porque el gallardo fruto de tu lozana juventud ha recibido la aureóla de la inmortalidad de manos de un Pontífice inmortal, y es aclamado por Benemérito en el recinto de las letras latino-americanas, allá, en la Ciudad grande por sus viejos recuerdos, muy más grande por sus glorias cristianas y por sus pontífices, cabezas de la civilización del mundo!.