Manifiestos a la Asamblea Nacional: La voz de la nación

Abstract

Desde hace largos años la República ha contemplado asombrada el ominoso espectáculo de la desleal oposición entre la Carta Política y la Ley de instrucción pública. La primera proclamaba, como garantía cívica, el principio cimental del orden en esta materia, o sea la libertad de los padres de familia para dar a sus hijos la enseñanza que a bien tuvieren; y la segunda, lejos de desarrollar esa libertad sagrada, la restringía, la ataba con gravísimas trabas, llegando aún a anularla en determinados grados.